Mi Primer Vibrador

En la consulta de hoy voy a hablar de… Edad y Empoderamiento Sexual

“Buenos días!! Voy a ser muy directa. Quiero un consolador!”


Esta visita la recuerdo como muy especial y os preguntaréis por qué… porque la señora tenía más de 80 años y venía acompañada de sus hijas (que la grabaron en vídeo porque el resto de hermanos no se lo iban a creer) para ver y comprar su primer vibrador. Y la recuerdo como especial por la valentía que la señora supo demostrar ante sus progenitoras, (cabe mencionar que fueron las únicas ruborizadas). Por fin sentía que iba a coger las riendas de su propia sexualidad, dejando a un lado lo que los demás dirían, algo que, desde mi punto de vista es digno de aplaudir.

Así que, teniendo en cuenta los criterios básicos para elegir un juguete le mostré todos los que podían ajustarse a sus gustos.

Lo importante para elegir un juguete es comparar bien los materiales con los que están hechos, pues no es lo mismo un juguete de gelatina o también conocido como jelly que se va desintegrando y se deteriora aún sin usarlo, que elegir un juguete de silicona médica. Juguete, que cuidándolo bien, puede durar muchos años.

Otro aspecto que suele tener la gente en cuenta, (sobre todo cuando se comparte piso con otras personas o cuando se vive en familia) es el tema del ruido. Para ello, una vez más recomiendo los juguetes de silicona, pues este material se “come” algo de vibración, es decir, que la hace más sutil y no hace tanto ruido que por ejemplo un juguete de plástico abs, que cierto es que son mucho más intensos, más resbaladizos, también más rígidos pero a su vez más ruidosos, (no se puede tener todo! O sí…)

Otra de las características a tener en cuenta, es si funciona con pilas o si lleva batería que se recarga en la red eléctrica, cada cual tiene sus pros y sus contras. Los juguetes con pilas, son un poco más económicos pero son más contaminantes y si no se le sacan las pilas entre uso y uso corremos el riesgo de que se sulfaten dentro y estropeen nuestros juguetes. Además, conforme se va agotando la pila, la intensidad va disminuyendo. A mi me recuerda (porque lo he vivido…) a la época de los walkman, que cuando se les estaba agotando la pila parecía más un disco de Iron Maiden que de Laura Pausini (que escuchaba yo). A los juguetes recargables no les ocurre esto, mantienen su intensidad exacta hasta que se agotan y hay que volver a recargar. Pero como toda batería, con el tiempo hay que recargarla cada menos tiempo, exactamente igual que pasa con nuestros móviles, que al principio la batería dura días y, con el paso del tiempo, hay que echar mano de baterías extraíbles.

Por último, se debe tener en cuenta qué zona se quiere estimular, es decir, para qué se va a utilizar el vibrador, pues con la variedad que hay en el mercado se puede elegir uno que se adapte lo máximo posible a nuestras necesidades. Los hay de estimulación externa, de doble estimulación, específicos para la estimulación del


María Ramos Escamilla

Psicóloga, Sexóloga y Directora de Destino Kink

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